Según George Orwell “el lenguaje político está diseñado para lograr que las mentiras
parezcan verdades y el asesino respetable, y para dar una apariencia de solidez al mero viento".
El Presidente Danilo Medina habló ante el país en un discurso repleto de un lenguaje
inacabado. Expresó que “(…) altos dirigentes del PLD, que forman parte del sector mayoritario
de nuestro partido, se han acercado a mí en tiempos recientes para que pondere la posibilidad
de optar por un nuevo período presidencial consecutivo; (…) muchos ciudadanos y ciudadanas
independientes a lo largo y ancho del país se expresan diariamente de mil maneras”. Dejó claro,
o al menos parecen ser sus supuestas intenciones, que no será candidato para las elecciones
del año 2020. Sin embargo, dado su prolongado silencio, las declaraciones de sus ministros y
allegados más cercanos, es importante analizar en conjunto todos los hechos ocurridos en los
últimos meses.
Su gabinete de gobierno, senadores y diputados allegados, incluso su hermana, expresaron
en su momento que Danilo Medina iría y que, más bien, debía ir, pues el pueblo lo aclamaba. Y
el Presidente Medina nunca decía nada. Prometió pronunciarse al respecto en marzo de este
año y se refirió al tema cuatro meses después. Todo esto, y teniendo en cuenta el discurso
ofrecido por el mandatario, indica que ciertamente el Presidente Medina no se habilitará para
las elecciones del año 2020. Pero la posibilidad de que vuelva en unas próximas elecciones es
muy probable. El Presidente Medina, con evidente ayuda y asesoramiento político, ha
orquestado todo un panorama favorable a su persona. Decidió, con su aparente silencio, enviar
a sus secuaces y agitar una crisis a lo interno y externo de su partido, para luego relucir como el
mesías que salvó el destino de nuestro país y el de su partido. Danilo Medina organizó una gran
jugada política. Será recordado como “un político serio” pues supuestamente tuvo a su alcance
la decisión de salvar o no nuestro país. Esto le da una ventaja futura al Presidente Medina:
postularse más allá del año 2024 y tener una victoria segura.
Por ahora, el expresidente Leonel Fernández está aliviado, no necesariamente feliz, a
diferencia de Luis Abinader (el supuesto líder de la oposición) quien debe estar más feliz que
aliviado, pues sabía que si Danilo reformaba la Constitución no podría ganar, pero contra Leonel
Fernández tiene más y mejores oportunidades.
Mientras tanto, Danilo no va; Fernández y Abinader darán la batalla. Estos cuatros años
siguientes son el riesgo que Medina tendrá que asumir si quiere obtener el poder en un futuro.
Este riesgo, es el que debe ser liderado por nosotros los jóvenes pues tenemos el 40% de los
votos en nuestro poder para estas elecciones del año 2020. Dice un famoso adagio que “al que
le sirva el sombrero que se lo ponga”, es por ello que ha llegado la hora de ponernos el
sombrero para crear un país justo y equitativo rebosante de personas bondadosas y llenas de
fe.
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